La activación de semillas. El paso olvidado de salud

ACTIVACIÓN. UN PASO INDISPENSABLE 

¿En tu casa se activan semillas, frutos secos y granos antes de comerlos? ¿Qué si hacemos qué? Pues eso que solo hacemos con las lentejas y los garbanzos, dejarlos en remojo toda la noche. Si aún crees que solo es para que se ablanden y después cuezan más rápido, estas confundida y deberías empezar a hacerlo con más alimentos antes de comerlos.

Al remojar los granos y frutos secos, activamos sus enzimas, mejoramos su digestibilidad y su calidad nutritiva.

ENTENDIENDO LO PRINCIPAL

Recuerda que las semillas son las destinadas a la reproducción de la planta, las elegidas para la continuidad de su especie, contienen su “ADN” y todos los nutrientes para asegurar su desarrollo durante la germinación. ¿Crees que la naturaleza con una misión tan importante, no las habría dotado entonces de mecanismos de defensa para asegurar su continuidad?

Cierto, evidentemente sí. Algunos cuentan con “envoltorios naturales” (Cascaras, vainas..) y además de eso capas de celulosa y de protección fitoquímica que hacen de barrera. Una barrera que dificulta la germinación de las semillas cuando las condiciones no son favorables y les permite estar en estado de latencia durante mucho tiempo o que dificulta su digestión si un animal la ingiere, pudiendo regresar a la tierra intacta, junto con abono. Me deja sorprendida este mecanismo tan inteligente, como las plantas aseguran la vida de sus hijos hasta la última exhalación, para cumplir con la continuidad de su especie.

ANTINUTRIENTES: EL REY DE LA LUCHA QUE NOS PERJUDICA

Al final todo tiene un precio y en este caso se llama ANTINUTRIENTE, a la planta le va de perlas porque la protege, pero a nosotros nos perjudica más allá del final de la planta, como si está jugara su última baza con nosotros por no haberla respetado y tratado como se merece. Estos antinutrientes, son parte de la barrera fitoquímica y en nuestro caso provocan digestiones pesadas y nos impiden aprovechar toda la riqueza nutricional de los granos. Pero no todo es malo en ellos, en bajos porcentajes también cumplen su función y esos bajos porcentajes son los que tenemos que procurar. Algunos de estos antinutrientes son:

Ácido fítico: en alta cantidad interfiere en la asimilación de minerales, proteínas, almidones y grasas. Pero en bajos porcentajes parece que protege de algunos cánceres, enfermedades cardiovasculares, diabetes y cálculos renales.

Inhibidores enzimáticos: se adhieren a las enzimas y anulan su acción metabólica, ocasionando digestiones más pesadas.

Taninos y polifenoles: son antioxidantes, pero bloquean la absorción del hierro y el cobre y reducen la digestibilidad de las proteínas.

Oxalatos: impiden especialmente la absorción de calcio y su exceso produce cálculos renales.

Micotoxinas: son mohos microscópicos que pueden estar presentes en los granos por efecto de su almacenamiento. Tienen un potencial efecto carcinógeno. Hay que remojar porque se neutralizan con la activación.

¿PERO QUE ES LA ACTIVACIÓN ENTONCES?

Remojar, hidratar. Lo que hacemos es tan sencillo como sumergir las semillas en agua durante unas determinadas horas, con esta simple práctica conseguimos disminuir los perjucios del grano sobre la salud y aumentar su valor nutritivo. Los antinutrientes se neutralizan con humedad y calor. Y esto es lo que buscamos con la activación, las dejamos a remojo de 2 a 8h (en legumbres y cereales lo ideal sería al menos toda la noche) en agua a poder ser pura o filtrada, del tiempo, si hace mucho frío intentamos dejarlas en un ambiente cálido o utilizar agua un poco templada. Y lo que ocurre es lo siguiente:

  1. Activamos a la semilla, la despertamos de su latencia para que vuelva al ciclo de vida (esto aumenta la cantidad de nutrientes presentes en ella)
  2. Lava la semilla y elimina gran parte de inhibidores enzimaticos, fitoquímicos y tóxicos
  3.  Se eliminan parte de las grasas (sobre todo en frutos secos), esto favorece el funcionamiento del hígado y el páncreas.

Cómo ves buscamos llevarlas al primer punto de la germinación, donde las “despertamos” (Eliminamos barreras) para que puedan comenzar su desarrollo. Y aquí tenemos dos caminos:

1. Dependiendo de la semilla que se trate, dejar secar (ej.frutos secos. Si las vas a consumir al momento, basta con secarlas un poco, pero si las vas a guardar, es mejor que las deshidrates para que pierdan bien todo el agua que hayan absorbido, si no se pudrirán) o cocinarlas (legumbres o cereales) para comerlas.

2. Seguir el proceso de germinación

¿QUÉ OCURRE DURANTE LA ACTIVACIÓN? ¿ES REALMENTE TAN BENEFICIOSO?

– Acelera reacciones bioquímicas que liberan las reservas de nutrientes y favorecen una digestión y asimilación más eficientes.

– Hay un  incremento de enzimas, lo que mejora la microbiota intestinal, contribuyendo así a reforzar el sistema inmunitario.

– Los minerales enlazados en el ácido fítico, como calcio, hierro, zinc, magnesio y manganeso, se liberan gracias a la activación de enzimas.

– Los ácidos grasos esenciales y las vitaminas del grupo B, necesarias para el buen funcionamiento del sistema nervioso, incrementan su biodisponibilidad.

– Las proteínas se descomponen en aminoácidos, debido a la ruptura de los inhibidores de tripsina, como el gluten de los cereales.

– Los oligosacáridos de la fibra se separan en glúcidos más simples y digeribles, previniendo la generación de gases.

¿QUÉ CONSEGUIMOS CON LA ACTIVACIÓN?

1. Facilita la cocción, digestión y asimilación de nutrientes en las legumbres (mínimo 8 horas de remojo)

LOS TRUCOS

 

– No utilices bicarbonato, que inhibe sus proteínas y vitaminas. Utiliza mejor un activador ácido como zumo de limón o vinagre de manzana, más eficaz para descomponer el ácido fítico. Una cucharada por taza de agua.

– El alga kombu contiene ácido glutámico natural, que potencia el sabor de las semillas y reblandece su fibra. Añadida al agua de remojo favorece la cocción y evita la flatulencia. Con 5 cm de alga basta para obtener una dosis de yodo apropiada, sin excederse. Luego retira el alga.

2. Mayor valor nutritivo en los frutos secos, pipas y semillas (En crudo, no tostados) contienen muchos inhibidores enzimáticos sobre todo las almendras, pipas de calabaza y nueces. Lo que los hace más indigestos. Sésamo, piñones, macadamias y pistachos no necesitan activarse ni remojarse. Y las semillas mucilaginosas (Chía y lino) no se aclaran, se comen junto con el gel que desprenden al activarlas. Remojar de 2 a 6 horas

TRUCO

 

Si los activas en agua templada junto con una cucharada de sal marina por cada litro de agua, actúa como catalizador y ayudando a romper los enlaces de los inhibidores enzimáticos. Después se cuelan y aclaran, se comen enseguida o si no los vas a deshidratar puedes guardarlos en la nevera hasta tres días.

3. Los cereales son más digestivos: La activación actúa sobre la celulosa de sus paredes y favorece la asimilación de sus proteínas. Recuerda que solo se hace esto con granos integrales, no pelados, ni cocinados, ni refinados. El tiempo de remojo es de 4-8 horas.

TRUCO

 

Activar en agua templada con un elemento ácido (zumo de limón o vinagre de manzana), en una proporción de una cucharada del ácido por taza de agua.

 

Verónica Garzón

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